El pensador John
Rawls en Teoría
de la Justicia defiende
la existencia de dos principios básicos en un sistema democrático:
Principio de Equidad
y Principio de
diferencia. Estos
principios surgirían si partiésemos de una posición
original en la que
llevásemos puesto el
velo de la ignorancia,
que es la expresión metafórica que utiliza el autor para referirse
al total desconocimiento de la situación, tanto económica como
social, de aquellos con los que convivimos.
Desde mi punto de vista y,
aunque parezca una contradicción, afirmo tajantemente que la
justicia es injusta
ya que no existe una “igualdad de derechos”. Luis
Bárcenas, extesorero
del PP, disponía de una cuenta en Suiza; se habla de 22 millones de
euros que no declaró. El diario El
Mundo rebeló también
que se repartieron, durante 20 años, sobres con dinero negro a la
cúpula directiva de este partido cuya cabeza visible es el mismísimo
Presidente del Gobierno, el señor Mariano Rajoy. ¡Ahí es nada! A
pesar de esto, Luis
Bárcenas no ha sido
detenido y amenaza con divulgar los datos que tiene sobre el tema a
cambio de eludir el paso de la justicia. Miremos ahora la otra cara
de la moneda. Una mujer valenciana de 27 años, Emilia Soria, fue
condenada a 28 meses de prisión (luego indultada) por utilizar una
tarjeta de crédito que se encontró en una cartera y que no dudó en
utilizar, por pura necesidad, para comprar comida y pañales para sus
dos hijas pequeñas. En total se gastó 450 euros en las dos compras
realizadas. ¿Por qué la justicia es tan eficaz y desconsiderada en
este segundo caso? ¿Por qué es tan lenta y permisiva en el primero?
Cuando estudiaba Bachillerato, uno de mis profesores de Historia
(Josep Tomàs,
si la memoria no me traiciona) nos explicaba –ahora compruebo que
con mucho acierto- que en democracia es incuestionable que el poder
judicial y el legislativo estén claramente diferenciados.
Pero…¿ocurre realmente así? ¿Puede un delincuente ir amenazando
y estar todos tan campantes? ¡Esto da risa! Y aún hay quienes se
atreven a hablar de igualdad…Por cierto, Isabel Pantoja, la de
“Saca dientes que les jode” ha sido condenada a dos años de
prisión, pero no pisará la cárcel por no tener antecedentes.
Son muchos los casos de
corrupción que aún están en proceso de investigación: Caso
Gurtel, Caso Fabra, Caso Brugal, Caso Pretoria, Caso Palma Arena,
Caso Palau, Caso de los ERE de Andalucía, Caso Campeón…
En total, cerca de 400 políticos españoles están imputados por
casos de corrupción. Sin embargo, el señor Baltasar
Garzón no podrá
ejercer su trabajo de Juez durante 10 años. ¿Qué pasa con las
pruebas aportadas? Ah, claro, supongo que el fin (encarcelar a los
ladrones) no justificará los medios (grabar conversaciones). Puede
que las pruebas no sean legales, pero ojo porque las evidencias
saltan a la vista. Lo evidente, ya lo decía René
Descartes,
es indudable y lo indudable Universal. Ahora bien, si dejamos pasar
el tiempo, “lo evidente” se convierte en “lo olvidado”. Ya lo
dice el dicho: “El tiempo lo cura todo”
En lo que respecta al Principio
de diferencia, John
Rawls decía algo así
como que la “desigualdad” estará justificada solamente en los
casos en que surjan beneficiados los que se encuentran en situación
de desventaja. Un alumno me comentó: “No lo veo claro, Sergi
¿Entonces uno no trabaja y tiene derecho a todo?” “No se trata
de esto…”, le expliqué, “…se trata de garantizar unos
mínimos vitales: un tazón de caldo, un techo para no mojarse de la
lluvia…”. Los desahucios son un claro ejemplo de que el Principio
de Diferencia hace
aguas por todos los lados. Una persona que no puede hacer frente a su
hipoteca se va a la calle y además tiene que continuar pagando. Esto
es totalmente surrealista! La plataforma ha conseguido recaudar más
de un millón y medio de firmas con la propuesta de salvar la deuda
al banco con la casa. Las leyes, a veces, son anacrónicas y hay que
cambiarlas. ¿Se cumple el principio de diferencia? No lo veo por
ningún lado, los pobres siguen siendo “machacados” y a los
poderosos, se les aplica la justicia lentamente para que prescriba y
no proceda. No seamos hipócritas, el mensaje siempre ha sido doble:
“Cómprate una vivienda, es una inversión” y “el alquiler no
vale la pena” Y cuando sucede justamente lo contrario, los
considerados “expertos” no dicen ni mu y cuando hablan es para
criticar la dación en
pago con carácter retroactivo.
El sistema no se hunde por la dación
en pago, el sistema
ya está hundidísimo, a ver si nos damos cuenta. ¡Ojo, hablamos de
derechos humanos!
En definitiva, no necesitamos
tener muchas luces para darnos cuenta de que nos encontramos ante una
democracia de escaparate. Una democracia que pocos políticos
cuestionan y que muchos alaban como si fuese una santa en el altar.
Pero, al tanto, la santa ya no hace milagros, la santa va cogiendo
polvo y necesita de fieles, de ciudadanos que la amen y la
glorifiquen. Mientras tanto, en el Congreso continúan con el “y tú
más...”, una actitud nada formal y totalmente pueril.
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