sábado, 12 de diciembre de 2009

CENTRO GERISÁN


Existen muchísimos “prejuicios” a la hora de hablar de “enfermedades mentales”, Sólo tendríamos que preguntar a nuestros jóvenes para comprobarlo: la mayoría cree en el dualismo loco/cuerdo, un dualismo no siempre acertado. El toque no está en “etiquetar”, sino más bien en comprender y empatizar con aquellos que necesitan de nosotros. Realmente, todos necesitamos o podemos llegar a necesitar de alguien en algún momento de nuestras vidas. El cambio está garantizado, nunca sabemos con qué nos podemos encontrar; el factor azar es siempre incontrolable y está presente en nuestras biografías. Aquí puede aplicarse la frase de Heráclito: todo cambia, nada permanece igual. Dicho en palabras del autor: Nadie puede bañarse dos veces en el mismo río..

Está claro que con el paso del tiempo existe un desgaste del organismo, así como una dinámica mas pausada de éste. Así, empezamos a hablar de la Medicina o de las terapias aplicadas a este deterioro: Geriatría. En esta edad o fase de aprendizaje, nos podríamos encontrar con más o menos falta de dependencia: válidos, semiasistidos o asistidos. Sin embargo, también está el alzheimer, una simple diabetes o una depresión profunda…Uno piensa que todo esto sólo le ocurre al vecino, pero atención, puede llamar a todas las puertas: a la de pobres, ricos, poderosos, políticos y remunerados…Conversé con gente diversa, os lo aseguro. No quiero encasillar, esto de encasillar posiblemente sea una pesadilla del siglo XXI. El filósofo Michel Foucault, no cree en las identidades bajo ningún pretexto. Pienso que identificar una enfermedad con “pelos y señales” puede ser para los especialistas algo necesario, aunque a veces en la misma generalización está el error. El Doctor Carlos Martínez es prudente a la hora de encasillar, eso me gusta. Como decía Nietzsche, el lenguaje mismo es una generalización. Con el ejemplo “la hoja es verde” lo entenderemos mejor…Una hoja nunca es del todo verde, así como nadie es del todo bueno, justo o “enfermo”. Son convenciones necesarias, pero mentiras al mismo tiempo. En palabras del Nietzsche: El lenguaje es comunicación, pero también es error. La enfermedad es pues un “concepto”, por lo tanto, algo que se debe de tratar con mucha delicadeza. A veces encasillamos y nos equivocamos. Cuántas veces hemos dicho: “este está loco” o “este está pirado”. Hay que ir con mucha cautela, las categorías son en gran parte erróneas. Nuestro país necesita una medicina más humana, una psiquiatría o psicología menos acelerada. Los diagnósticos se dan a velocidades de Fórmula Uno. El factor tiempo es importante, parece ser que la salud mental de nuestro país tiene un grave problema: saturación, ¡la maldita enfermedad del siglo XXI! Puede que precisemos aquella dosis humana propuesta por el humanista Karl Rogers; y para eso, como siempre, se precisa de una intervención política.

Unas situaciones se desarrollan así por factores sociales, en otras realmente interviene cierta predisposición a desarrollarlas. O sea, que tales situaciones, o bien “se hacen, o se nacen”. Por poner un ejemplo, la “esquizofrenia” tiene un factor claro de predisposición, un factor genético. Por el contrario, la “drogadicción”, es producida por contacto con las drogas. La droga es algo social y físico, normalmente (aunque no siempre) externo al individuo. ¡Son dos cosas realmente distintas! Por este mismo motivo, la educación juega y debe jugar un papel importante para evitar la aparición de determinadas enfermedades derivadas del contacto con el entorno social. Habría que ver cómo está la ley educativa y si los profesores tenemos suficiente autoridad en el centro donde desarrollamos nuestra función como docentes. Mejor no hablar de ello, este reportaje se extendería demasiado.

Decidí conocer detalladamente el centro GERISÁN, ubicado en la localidad de Favara. Es un centro que combina perfectamente las técnicas Geriátricas con las médicas de todo tipo: tanto físico como mental. Por decirlo de otro modo: en este centro viven ancianos y también gente con problemas que precisan de una atención más o menos individualizada.

Por lo que respecta a las instalaciones, el centro se divide en dos módulos. Está el Módulo A, en el que se da un trato médico-geriátrico. En el Módulo B tenemos un trato más mental, donde se da un seguimiento a través de la medicación y otras terapias de tipo alternativo que dirigen los profesionales. Es interesante ver como a medida que subimos de planta aumenta considerablemente el grado de dependencia. En lo referente a las instalaciones, el centro está a la altura de las exigencias modernas actuales.

La conclusión que saco de esta visita es auténtica: después de una visita práctica y personalizada, pude entender muchas más cosas que mediante los manuales de Psicología Clínica o Geriatría. Que nadie os engañe, esto es la humanidad: enfermos, sanos, alegres, tristes. Este “animal político” o este “animal racional” también enferma y tiene problemas…Os deseo que penséis y cambiéis el discurso: no existe una clara frontera entre el enfermo y el sano, este dualismo hay que romperlo de una vez por todas: salud y enfermedad pueden aparecer juntos y pueden invertirse en cualquier momento de nuestras vidas. Me sorprendieron ciertas experiencias, contadas por ellos mismos, muchos de ellos llevaban días o meses: hasta hacía poco eran considerados por la sociedad como “sanos”…

Me gustaria terminar con una referencia al Mito de la caverna de Platón, discípulo de Sócrates. Realmente somos unos ignorantes; no vemos más que sombras de la verdadera realidad. Por este motivo me gusta, cuando escribo, hacer trabajo de campo. Intento, en la medida de lo posible, adentrarme en el terreno que deseo conocer e investigar. Agradezco su amistad sincera a mi amigo Leandro, a los empleados del centro así como también al Doctor y Director Manuel Ramírez Aguilar. Un saludo a Doña Natalia Cots, quien mostró interés por este reportage. Aprovecho para saludar también al Doctor Carlos Martínez, con el que aprendí muchas más cosas de las que se imagina. Agradezco también su confianza a D. Bernat Clarí, director del Levante el Mercantil Valenciano (Edición la Ribera).

Sergi Pascual Tur
Filósofo y Escritor

2 comentarios:

mitko Mihailov Simeonov dijo...

Saps què és el que pense jo sobre els que estan mals del cap?¿ jo pense que ells estan aixina per o jo que et pareixera una tonteria pero jo pense que ixos que diuen que veuen fantasmes diuen la veritat. Els que estàn mal del cap sempre estan diguent que veuen coses rares però si tot allò fora mentira creus que es dixarien que els tancaren?¿ pues jo crec que no, jo pense que ixos tenen un don especial, no ho pense ho sé. per que a l'hora de dir que han vist algo fiquen una cara de por tan gran que.... com t'ho diria.... la cara de por que fiquen és massa gran com per a estar fingint no creus?¿ respecte ala meua opinió els que estàn mals del cap tenen un don i em dona igual all^que pensen els altres.

SERGI PASCUAL TUR dijo...

DE SERGI A MITKO:

Hola Mitko. En primer lloc dir-te que m'alegra que llegesques els meus textos. M'alegra també que els comentes, m'alegraria més si ho feres sense faltes d'ortografia, sincerament. El que dius és interessant, no obstant, caldria completar-ho. Evidentment que el que veuen és vertader, és vertader per a ells, és completament vertader perquè el cervell així els ho diu. Es una realitat completament real! Eixe és el problema del que té esquizofrènia, que no accepta que se li negue la seva realitat. Sincerament, t'aconselle el meu article UNA MENTE MARAVILLOSA.

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